Abismos

He estado en los abismos de la pobreza y la enfermedad. Cuando se me pregunta como soporto las pruebas que todos tenemos que pasar contesto. “ resistí ayer y puedo resistir hoy” y no me siento a pensar en lo que pueda pasar mañana, he aprendido en la gran universidad del sufrimiento una filosofía que ninguna mujer que allá tenido una vida fácil puede adquirir. He aprendido a vivir cada día según venga y a no añadir conflictos con el temor del mañana. Es la sombría amenaza del cuadro lo que nos hace cobardes. Expulso ese temor de mi porque experiencia me a enseñado que cuando llegue el momento que tanto temo se me dará la fuerza y el buen juicio para hacerle frente. He aprendido a no esperar demasiado de los demás y así puedo disfrutar con el amigo que no me es completamente fiel o con el simple desconocido que murmura detrás de mi. Ante todo e adquirido un sentido del humor porque eran muchas las cosas que me hacían reír o llorar y cuando una mujer pueda tomar a broma sus problemas en lugar de dejarse vencer por los nervios ya no hay nada que pueda hacerle mucho daño. No lamento las penalidades por las que he sufrido porque por medio de ellas he vivido cada momento de mi vida como si fuera el ultimo y valía la pena pagar ese precio por ello.